Las protestas tras el asesinato policial de George Floyd en, al menos, 30 ciudades de los Estados Unidos han desencadenado ataques violentos contra periodistas por parte de la policía y los manifestantes. Se han registrado docenas de incidentes hasta el momento, desde amenazas hasta agresiones físicas graves. Reporteros Sin Fronteras (RSF) denuncia estos ataques y pide medidas inmediatas para proteger a los periodistas.


Después del arresto en directo de un equipo de la CNN que cubría protestas en Minneapolis el 29 de mayo, se han agravado las tensiones contra los medios que informaban en, al menos, 30 ciudades de los Estados Unidos. Las protestas han sido provocadas por el asesinato de un hombre afroamericano desarmado, George Floyd, por parte de la policía de Minneapolis mientras lo detenían el 25 de mayo.
Hasta el momento se han documentado al menos 68 incidentes de ataques por parte de la policía y de manifestantes a periodistas que cubren las protestas. Han sido víctimas de disparos con balas de goma y bolas de pimienta, expuestos a gases lacrimógenos y gas pimienta, golpeados, amenazados e intimidados, y sus vehículos han sido destrozados. Simplemente, por hacer su trabajo.
"El presidente Trump ha demonizado a los medios durante años, y esto se ha convertido en realidad, ya que tanto la policía como los manifestantes atacan a periodistas claramente identificados, agrediéndoles o deteniéndoles", advierte Christophe Deloire, secretario general de RSF. “Hace tiempo que era obvio que esta demonización conduciría a la violencia física. RSF advirtió sobre las consecuencias de esta flagrante hostilidad hacia los medios, y ahora estamos presenciando un brote de violencia sin precedentes contra los periodistas en Estados Unidos. RSF hace un llamamiento a todas las autoridades estadounidenses para que garanticen la plena protección de los periodistas y honren los principios fundacionales del país en el respeto de la libertad de prensa ", añade.
Entre los ataques más graves se cuentan:
RSF pide una acción urgente por parte de las autoridades estadounidenses para garantizar la seguridad de los periodistas que cubren las protestas continuas, incluida una moratoria sobre los arrestos de periodistas y directrices inmediatas a la policía para que deje claro que no se dispara contra los periodistas, que éstos no están sujetos a las medidas de control de masas y que sí deben ser protegidos de los ataques violentos de los manifestantes.
Estados Unidos ocupa el puesto 45 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF. Ver también el Informe Anual de la organización.
Hasta el momento se han documentado al menos 68 incidentes de ataques por parte de la policía y de manifestantes a periodistas que cubren las protestas. Han sido víctimas de disparos con balas de goma y bolas de pimienta, expuestos a gases lacrimógenos y gas pimienta, golpeados, amenazados e intimidados, y sus vehículos han sido destrozados. Simplemente, por hacer su trabajo.
"El presidente Trump ha demonizado a los medios durante años, y esto se ha convertido en realidad, ya que tanto la policía como los manifestantes atacan a periodistas claramente identificados, agrediéndoles o deteniéndoles", advierte Christophe Deloire, secretario general de RSF. “Hace tiempo que era obvio que esta demonización conduciría a la violencia física. RSF advirtió sobre las consecuencias de esta flagrante hostilidad hacia los medios, y ahora estamos presenciando un brote de violencia sin precedentes contra los periodistas en Estados Unidos. RSF hace un llamamiento a todas las autoridades estadounidenses para que garanticen la plena protección de los periodistas y honren los principios fundacionales del país en el respeto de la libertad de prensa ", añade.
Entre los ataques más graves se cuentan:
- En Minneapolis, Linda Tirado, ha quedado ciega de un ojo después de ser golpeada por lo que ella cree que fue una bala de goma disparada por los agentes de la policía mientras fotografiaba las protestas.
- En Pittsburgh, Ian Smith, reportero gráfico de KDKA TV, ha publicado en Twitter que fue "atacado por los manifestantes en el centro de la protesta. Me pisotearon y me patearon. Estoy magullado y ensangrentado, pero vivo. Me destrozaron la cámara. Otro grupo de manifestantes me sacó y me salvó la vida".
- En Phoenix, la reportera de la CBS, Briana Whitney, fue atacada en directo mientras un manifestante se apropiaba de su micrófono.
RSF pide una acción urgente por parte de las autoridades estadounidenses para garantizar la seguridad de los periodistas que cubren las protestas continuas, incluida una moratoria sobre los arrestos de periodistas y directrices inmediatas a la policía para que deje claro que no se dispara contra los periodistas, que éstos no están sujetos a las medidas de control de masas y que sí deben ser protegidos de los ataques violentos de los manifestantes.
Estados Unidos ocupa el puesto 45 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2020 de RSF. Ver también el Informe Anual de la organización.