Ir al contenido principal

Continuidades

JORGE MAJFUD

cropped-image-1.png?w=200

Los humanos somos un producto de la historia y en la historia nunca hay rupturas absolutas sino continuidades por otras formas. Podríamos decir que en la historia profunda nada se crea; todo se transforma. Por ejemplo, la Guerra Civil en Estados Unidos produjo cambios importantes en el reconocimiento legal de algunos derechos de los hombres y mujeres negras, pero no es difícil observar una sobrevivencia de la ideología de la Confederación derrotada en la misma Unión que intentaban romper. No sólo el racismo constitucional de los esclavistas del Sur sobrevivió y se expandió por el resto del país y luego por las neocolonias del imperialismo estadounidense, sino que los amos, sus cofradías y sus milicias represivas se convirtieron en las elites de las grandes corporaciones, mientras los demonizados esclavos se convertían en los trabajadores asalariados, los representantes del peligro al sagrado orden de Dios y del Mercado.

Esta observación no sólo surge de considerar en su globalidad los dos sistemas aparentemente contradictorios (el esclavista y el corporativo, ambos basados en la acumulación capitalista) sino también en sus expresiones culturales, siempre cambiantes para adaptarse a la sensibilidad ética y estética de cada momento pero sobreviviendo en sus fundamentos. Bastaría con recordar que la famosa expresión que cantan y repiten con orgullo los estadounidenses “the land of the free and the home of the brave (la tierra de los libres y el hogar de los valientes)” es una estrofa derivada del himno nacional. La letra no solo fue escrita por Francis Scott Key, un esclavista como casi todos los propietarios poderosos de la época, sino que además su poema revela más de lo que dice. La tercer estrofa, pudorosamente salteada en las versiones más recientes, con orgullo patriótico dice:

No refuge could save the hireling and slave

From the terror of flight or the gloom of the grave,

And the star-spangled banner in triumph doth wave

O’er the land of the free and the home of the brave

Aquí, no solo brave (valiente) rima con slave (esclavo), sino que queda claro que para principios del siglo XIX un esclavo y un trabajador asalariado tenían algo en común, aparte de ser sujetos de desprecio: “No refuge could save the hireling and slave/From the terror of flight or the gloom of the grave (Ningún refugio podría salvar al asalariado y al esclavo/Del terror de la huida o de la oscuridad de la tumba)”.

jorge majfud. Del libro Moscas en la telaraña


OTRA INFORMACIÓN ES POSIBLE

Información internacional, derechos humanos, cultura, minorías, mujer, infancia, ecología, ciencia y comunicación

El Mercurio (elmercuriodigital.es), editado por mercurioPress/El Mercurio de España bajo licencia de Creative Commons
©Desde 2002 en internet
Otra información es posible